FRASNCISCO SALZILLO
BIOGRAFÍA:
La Francisco Salzillo y Alcaraz es el escultor barroco más representativo del siglo XVIII español.
Nació en Murcia en 1707, era el segundo de siete hermanos. Su padre, Nicolás Salzillo, era un escultor italiano procedente de Capua que fue a Murcia para trabajar con Nicolás de Bussy y allí se casó con Isabel Alcaraz.
Inició sus estudios con los jesuitas y parece que entró como novicio con los dominicos, pero lo tuvo que abandonar para hacerse cargo del taller escultórico de su padre con tan sólo veinte años, tras la muerte de éste en 1727. Algunos de sus hermanos también trabajarían en el taller familiar.
La vida de Francisco Salzillo transcurre en Murcia. Apenas salió de la ciudad, excepto para atender algunos encargos. En 1746 se casó con Juana Vallejo y Taibilla, con quien tuvo dos hijos.
Con el paso de los años, su obra fue adquiriendo fama. Comenzó a recibir numerosos encargos, no sólo en Murcia, sino también en las provincias limítrofes: Alicante, Albacete y Almería. Su éxito propició que fuera nombrado Escultor Oficial del Concejo de Murcia e inspector de pintura y escultura.
Francisco Salzillo trabajó exclusivamente la temática religiosa, casi siempre en madera policromada y con un estilo personal. Su aprendizaje se vio enriquecido gracias a la herencia paterna, al conocimiento de la escultura napolitana, cuyas grandes obras habían llegado a Murcia en los años precedentes, y a la influencia del el escultor Antonio Dupar.
ÉTAPAS Y OBRAS:
Durante su época juvenil se dedica a terminar varias obras que su padre había dejado inconclusas, como la Santa Inés, de la iglesia de Santo Domingo, o el San José, de las Claras.
De 1740 es la Virgen de las Angustias, de San Bartolomé (Murcia). Con gran expresión, la Virgen vuelve el rostro al cielo, en un gesto resignado de dolor y sostiene en sus rodillas el cuerpo muerto de Jesús. Es el único ejemplo de Cristo muerto realizado por el escultor. Cuatro angelitos completan la escena.
En esta década también realiza Santa Clara y San Francisco en la Iglesia del convento de Capuchinas (Murcia). La Santa está de rodillas, con las manos cruzadas sobre el pecho. Su rostro es de gran espiritualidad. San Francisco, también adorando, alza su cabeza implorante y conmovida, mientras una mano se apoya en el pecho y la otra cae en posición de súplica.
San Jerónimo penitente, en la Catedral de Murcia, es una de las mejores obras de la imaginería española. Representa al Santo arrodillado, con un crucifijo en la mano izquierda. De la imagen del Santo fluyen humanidad y santidad.
Otras de sus obras más destacadas son el San Antón, que se encuentra en la ermita de su nombre y está llena de dinamismo, el San Agustín del convento de las Agustinas o el medallón de la Virgen de la Leche en la Catedral.
Entre la producción de Francisco Salzillo son característicos los pasos procesionales. Para la cofradía de Jesús Nazareno hizo Oración en el huerto (1752), La caída (1752), La Verónica (1754), La Dolorosa (1755) y La Cena (1763).
También realizó la Sagrada Familia de la iglesia de Santiago en Orihuela y los Crucifijos del convento de San Francisco en Orihuela y de la catedral de Murcia.
Oración en el Huerto es uno de los pasos del Viernes Santo de Murcia. Está compuesto por dos grupos. En una parte, el ángel que sostiene a Cristo y en otra, los tres apóstoles, San Juan, San Pedro y Santiago.
Cristo aparece arrodillado, a punto de caer desplomado, su rostro es angustiado y melancólico. El grupo que forman los Apóstoles es un estudio de actitudes. San Juan duerme profundamente, Santiago reposa en posición descuidada y San Pedro, se representa alerta aunque duerme, dando un expresivo matiz de duermevela y sujetando la espada con la mano. La Caída reproduce el momento en que Jesús cae agotado por el castigo al que está siendo sometido. El rostro de Cristo posee una mirada que exterioriza todo su dolor y angustia. El grupo está compuesto por Jesús, Simón de Cirene, dos sayones y un soldado romano.
En La Última Cena, cada una de las figuras adopta una expresión que refleja su personalidad y que está acorde con la situación bíblica que representa.
Prendimiento es otro de los famosos pasos del Viernes Santo de Murcia. Simboliza el momento en que Jesús es prendido en el huerto de Getsemaní. El brazo de San Pedro supone un estudio anatómico, se pueden apreciar la tensión de los tendones y las venas para descargar su furia sobre el criado Malco. También destaca la escena del beso, donde Judas besa temeroso a Jesús, que se muestra sereno e impasible.
El Belén es una de sus obras más representativas. Fue al final de su carrera, cuando recibió el encargo de Jesualdo Riquelme para construir esta gigantesca obra que abarca todas las escenas del Nacimiento y primera infancia de Jesús, desde la Anunciación a María hasta la Huida a Egipto y la Degollación de los Inocentes. Consta de 556 figuritas realizadas en barro cocido, madera, cartón o textiles.
Finalmente, falleció en Murcia el 2 de marzo de 1783 y fue enterrado en el Convento de Capuchinas de Murcia.
(Fuente: Arteguias)
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